Tiene un año y ocho meses y permanece internada en el Hospital Español de Rosario.
La intoxicación de Luna ocurrió cuando su mamá, Sofía, era atendida por una ginecóloga en el Centro de Salud "Santa Teresita", de avenida Francia 4435, del barrio Acíndar, y la pequeña tomó ácido".
"La bajé en el consultorio y sentí que lloraba. Tenía los labios y la lengua blancos", confió Sofía en declaraciones a un noticiero.
La Secretaría de Salud inició un sumario para determinar cómo la niña tuvo acceso al fluido que le generó lesiones en boca, estómago y esófago.
El director del Centro, Fernando Bignoni, informó que "el tema lo está investigando el área de legales, pero está claro que pasaron cosas que nunca deben pasar en un consultorio médico".
Bignoni aludió a "la presencia de un bebé que ingresó a una sala de control ginecológico con su madre" y en especial "a la presencia de un producto, ácido tricloroacético, tóxico, que terminó estando al alcance de la niña".
Bignoni aludió a "la presencia de un bebé que ingresó a una sala de control ginecológico con su madre" y en especial "a la presencia de un producto, ácido tricloroacético, tóxico, que terminó estando al alcance de la niña".
Según la versión del director del dispensario, la beba bebió el ácido "mientras la médica le estaba efectuando un tratamiento ginecológico a la madre, tras analizar unos estudios de laboratorio".
"Mientras la médica y la madre estaban concentradas con el tratamiento, la chiquita accedió al frasco y bebió el líquido. Ninguna de las dos lo advirtió hasta que la beba empezó a llorar", agregó.
"Mientras la médica y la madre estaban concentradas con el tratamiento, la chiquita accedió al frasco y bebió el líquido. Ninguna de las dos lo advirtió hasta que la beba empezó a llorar", agregó.
Las lesiones generadas son muy graves, "resultó con quemaduras severas en boca, estómago y esófago producto de lo corrosivo que es este ácido", precisó Bignoni.


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