Una mirada en muchos casos lo dice todo.
El actual y la ex, ambos se necesitan mutuamente.
"Él" llegó al poder porque "ella" lo eligió como contrafigura y para reflejar dos Argentinas.
En el ballotage (muchos se confunden), había que elegir entre dos candidatos que llegaron a la recta final (eso era todo).
O buscar votar en blanco, una propuesta infantil por parte de la izquierda que realiza política con la desgracia del otro (personas de carne y hueso que se aferran a cualquier cosa, con tal de no perder su fuente laboral).
Tanto el empresario como la caudilla del sur, piensan que tienen el 51% y el otro el 49% de los votantes (GRAVE ERROR).
Ambos dos, tienen solamente el 20% en sus filas (el núcleo duro) y nada mas.
Hay un 60% del padrón electoral que es independiente y ellos lo saben.
Fuera de esta dupla, los otros dirigentes políticos no saben como canalizar lo que necesita la sociedad (seudos políticos que vienen con el chamuyo de una versión superadora y sólo son unos egocéntricos caprichosos, o denunciantes compulsivos).
A esta necesidad del ciudadano de a pié, los que saben "mirar" es un sector del gremialismo argentino y eso puede condicionar a cualquiera.
En este "Cambalache", de dirigentes que hacen política y no son "políticos", la sociedad estará a merced de "miradas cómplices" entre él y ella para buscarse de nuevo e intentar polarizar los votos y canalizar su poder por el poder mismo !!!.
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