El Luna Park estaba preparado para una fiesta, pero los primeros datos transformaron un clima de celebración en decepción e incertidumbre. El triunfo en las PASO y los pronósticos de una posible victoria en primera vuelta auguraban una fiesta en el búnker K montado en el Luna Park. Sin embargo, con el discurso de Daniel Scioli en tono de segunda vuelta comenzaron a desaparecer las sonrisas. Y más aún cuando cerca de la medianoche, los primeros resultados le daban una ventaja provisoria a Mauricio Macri. Así, el clima de euforia se transformó en decepción e incertidumbre.
Con la notoria ausencia de La Cámpora, que optó por reunirse en el búnker de Aníbal Fernández, el estadio comenzó a llenarse de caras de frustración y hasta algunos jóvenes dejaron entre lágrimas el mítico estadio. Mientras tanto, Scioli en un motorhome.
Para comprender el clima que se vivió tras el primer discurso, también bastaba ver la cara de incertidumbre del heterogéneo grupo de famosos que pulularon por el búnker sciolista, como las vedettes Moria Casán y Graciela Alfano; el ex director técnico de la selección argentina Carlos Bilardo; la ex novia del vicepresidente Amado Boudou, Agustina Kämpfer, que hacía las 22 no sabía si permanecer en el VIP o rumbear hacia otro destino.
Los únicos que se quedaron hasta el final de la fallida fiesta fueron los militantes, que cuando el balotaje ya era un hecho dejaron de vitorear a favor de Scioli y comenzaron a orientar sus cantitos contra el único rival a vencer, Mauricio Macri.
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