Se lo había tragado hace seis meses al comer una picada.
“Bajé al menos 7 kilos y empecé al principio a toser con sangre y siempre se pensó que era una neumonía y ahí fueron avanzando pero siempre salia todo bien; ya queríamos con mi familia que salga algo mal para aferrarse a algo”, añadió el hombre de 42 años y oriundo de Corrientes.
Videla explicó que al visitar la ciudad de Buenos Aires por trabajo le recomendaron ir al Fernández porque “están los mejores infectólogos” y ahí fue que le encontraron mediante una ecografía el objeto en el corazón que al principio pensaron que era un cateter y al extirparlo, en una operación que duró 7 horas, resultó ser un escarbadientes.
“Me levanté después de la cirugía y empecé a reírme”, manifestó y recordó que “sentía algo que me pinchaba el corazón”.
El paciente recibirá el alta el próximo miércoles al mediodía y los médicos le indicaron “no hacer fuerza y no manejar por al menos dos meses”, manifestó.
“Se pueden comer picadas pero hay que ponerle una banderita al escarbadientes y masticar bien”, concluyó Videla a modo de recomendación para que nadie tenga que pasar por su situación.
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