Una mujer embarazada de cinco meses, vecina de Adrogué, fue detenida en el barrio porteño de Núñez cuando fue a cobrar el rescate por su propio secuestro.
El episodio comenzó a investigarse cuando el esposo de la mujer denunció en la seccional de Adrogué que su mujer, de 29 años y embarazada de cinco meses, había salido de su casa el día anterior para realizarse un control médico y no había regresado.
Por tal motivo, se inició en la UFI 14 de Lomas de Zamora una causa por averiguación de paradero, aunque a las pocas horas el expediente pasó a la Justicia Federal al recibir el hermano de la mujer desaparecida un mensaje de texto que decía:
“Ella está bien, no la vamos a soltar hasta mañana que saquemos toda la plata del cajero, no llamen más, mañana le avisamos donde la buscan, es posta esto, nada de poli”.
Según consta en la causa, horas después los familiares volvieron a recibir otro mensaje:
“No son gente de plata pero 10 lucas consiguen, queremos eso. Después te digo cómo vas a hacer y terminamos de una vez, a parte es un problema, llora todo el día, y dice que le duele la panza, cuanto antes terminemos mejor“.
Desde ese momento, el hermano y esposo de la mujer comenzaron a llamar a amigos y conocidos para conseguir el dinero exigido, mientras iban recibiendo mensajes del supuesto captor que los apuraba para que obtuvieran el rescate y les iba proporcionando coordenadas de dónde debían dejarlo.
Mientras tanto, los policías abocados a la pesquisa comenzaron a trabajar y establecieron que la mujer desaparecida tenía problemas de adicción al juego y estaba bajo tratamiento psicológico por ese motivo.
También determinaron que, al momento de desaparecer, llevaba una tarjeta de débito Argenta, de la cual era titular su suegra, aunque ella conocía la clave, con la que se había realizado primero una extracción de 2.000 pesos y poco después otra por la misma cantidad en un banco Provincia de Buenos Aires de Burzaco, ambas en el momento en que estaba supuestamente cautiva.
La sospechas de los investigadores de que podía tratarse de un autosecuestro se robustecieron cuando un remisero de Rafael Calzada aseguró haber trasladado a una mujer embarazada de las mismas características que la supuesta víctima hasta ese banco de Burzaco y luego hasta un shopping de Adrogué.
A pedido del fiscal federal de Lomas de Zamora Cristian Magone la Justicia dispuso intervenir los teléfonos de la supuesta víctima y de su hermano y establecer que el de la mujer era captado en la zona de Tigre y de Vicente López.
Finalmente, desde ese teléfono, y mediante un nuevo mensaje, se le indicó al hermano de la embarazada que debía llevar el dinero del rescate -del que sólo había logrado reunir 5.000 pesos- hasta la estación de trenes Rivadavia, del barrio porteño de Núñez, adentro de una bolsa.
Unos 15 minutos después de dejado el dinero, policías de la DDI de Esteban Echeverría que habían montado una vigilancia en la zona, vieron a la mujer embarazada ir a buscar su propio rescate y luego enviar un mensaje de texto a su hermano, en el que aseguraba que acababa de ser liberada en esa misma estación de tren de Núñez.
La embarazada fue inmediatamente detenida con el dinero en su poder y quedó acusada en el marco de una causa por extorsión.
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