La Cámara Federal de Casación Penal confirmó la condena a prisión perpetua a un hombre que abusó de un niño y lo mató.
El hecho ocurrió en noviembre de 2010, cuando un hombre que debía cuidar al sobrino de su pareja, de un año y medio de edad, abusó sexualmente del menor con tal brutalidad que le provocó desgarros y hemorragias que le causaron la muerte.
La Sala I de la Cámara, integrada por los doctores Ana María Figueroa, Luis Cabral y Gustavo M. Hornos, confirmó la condena a prisión perpetua contra este hombre que había sido dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal nro. 21.
La Cámara consideró que la prueba reunida durante el juicio oral y público demostró la responsabilidad del acusado. En tanto, los jueces rechazaron por mayoría el planteo de la defensa del condenado, que cuestionaba la pena de prisión perpetua aplicada. El Tribunal descartó "que dicha sanción resulte cruel, inhumana, degradante, irrazonable o desproporcionada" en el caso analizado.
"La pena de prisión perpetua, pese a su severidad, no puede ser encuadrada como trato inhumano o degradante, cuestión ésta íntimamente relacionada con el principio de la 'racionalidad de la pena', que exige que ésta guarde cierta proporcionalidad con el delito cometido, no habiendo logrando demostrar la defensa que la sanción legalmente prevista para el delito por el que se lo encontró penalmente responsable al acusado sea irracional", sostuvo en su voto el juez Hornos.
El hecho ocurrió en noviembre de 2010, cuando un hombre que debía cuidar al sobrino de su pareja, de un año y medio de edad, abusó sexualmente del menor con tal brutalidad que le provocó desgarros y hemorragias que le causaron la muerte.
La Sala I de la Cámara, integrada por los doctores Ana María Figueroa, Luis Cabral y Gustavo M. Hornos, confirmó la condena a prisión perpetua contra este hombre que había sido dictada por el Tribunal Oral en lo Criminal nro. 21.
La Cámara consideró que la prueba reunida durante el juicio oral y público demostró la responsabilidad del acusado. En tanto, los jueces rechazaron por mayoría el planteo de la defensa del condenado, que cuestionaba la pena de prisión perpetua aplicada. El Tribunal descartó "que dicha sanción resulte cruel, inhumana, degradante, irrazonable o desproporcionada" en el caso analizado.
"La pena de prisión perpetua, pese a su severidad, no puede ser encuadrada como trato inhumano o degradante, cuestión ésta íntimamente relacionada con el principio de la 'racionalidad de la pena', que exige que ésta guarde cierta proporcionalidad con el delito cometido, no habiendo logrando demostrar la defensa que la sanción legalmente prevista para el delito por el que se lo encontró penalmente responsable al acusado sea irracional", sostuvo en su voto el juez Hornos.
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