"Mi padre contribuyó a la estigmatización colombiana".
"Mi padre fue uno de los que contribuyó a la estigmatización de los colombianos", afirma el hijo de Pablo Escobar, quien a poco de cumplirse 21 años de la muerte del máximo "capo" del cartel de Medellín, acaba de publicar un libro en el que cuenta su versión sobre la vida de su progenitor, el narco más poderoso de la historia.
Sebastián Marroquín, quien vive en Argentina desde 1994, enfatiza: "No tengo dudas que mi padre fue uno de los grandes personajes que contribuyó a la estigmatización de los colombianos.
En la dedicatoria del libro "Pablo Escobar, Mi padre", que se convirtió en uno de los más vendidos del mes de diciembre en Latinoamérica, Sebastián escribió: "A mi padre, que me mostró el camino que no hay que recorrer".
Este libro no es la verdad absoluta, la mayor parte de las anécdotas me las contó mi padre en las noches del último año de su vida.
"Mi padre fue uno de los que contribuyó a la estigmatización de los colombianos", afirma el hijo de Pablo Escobar, quien a poco de cumplirse 21 años de la muerte del máximo "capo" del cartel de Medellín, acaba de publicar un libro en el que cuenta su versión sobre la vida de su progenitor, el narco más poderoso de la historia.
Sebastián Marroquín, quien vive en Argentina desde 1994, enfatiza: "No tengo dudas que mi padre fue uno de los grandes personajes que contribuyó a la estigmatización de los colombianos.
Somos 46 millones de personas en Colombia y los que delinquen son minoría,
pero los que delinquen lo han hecho con un nivel de espectacularidad que
pareciera ser que toda una sociedad está inmersa en ese pensamiento y en esa
violencia, pero no es así".
En la dedicatoria del libro "Pablo Escobar, Mi padre", que se convirtió en uno de los más vendidos del mes de diciembre en Latinoamérica, Sebastián escribió: "A mi padre, que me mostró el camino que no hay que recorrer".
Este libro no es la verdad absoluta, la mayor parte de las anécdotas me las contó mi padre en las noches del último año de su vida.
No es un libro que hace apología al narcotráfico ni que busca justificar
los actos de mi padre y creo que queda más mal parado de lo que se lo conoce, lo
que pasa es que cuento sus dos facetas, la buena y la mala".
Sobre el proceso de escritura de la historia de su controvertido padre, revela: "Estuvimos varios meses en Medellín, porque consideré y sugerí que había que declararnos ignorantes en la historia de mi padre, para volver a comenzar de nuevo a descubrirlo como personaje.
Sobre el proceso de escritura de la historia de su controvertido padre, revela: "Estuvimos varios meses en Medellín, porque consideré y sugerí que había que declararnos ignorantes en la historia de mi padre, para volver a comenzar de nuevo a descubrirlo como personaje.
Durante más de dos meses estuvimos yendo a donde había nacido, donde había
estudiado, donde había vivido, donde se había escondido, donde había construido
su poder.
Entrevistamos a mucha gente, porque no sólo dependió de mi memoria, también
de la participación de mi madre que aportó muchos detalles y también de la ayuda
de un periodista colombiano que cubrió siempre lo que hacia mi padre, y conocía
la versión oficial".
Sobre el hecho que más lo marcó en esta nueva búsqueda, no duda al responder: "Creo que recordar la traición de la que fue víctima mi viejo por su propia familia.
Sobre el hecho que más lo marcó en esta nueva búsqueda, no duda al responder: "Creo que recordar la traición de la que fue víctima mi viejo por su propia familia.
Eso fue la más difícil de contar porque tiene una connotación de
sentimientos encontrados de quienes deberían ser tus mayores afectos y se
convierten en los peores verdugos.
El mundo no sabía que a Pablo Escobar lo habían entregado sus hermanos y
hasta su propia madre".
Sobre la incidencia del narcotráfico en la Argentina, Marroquín estima que "hay un cubrimiento exagerado de los medios en lo que resultan involucrados los ciudadanos colombianos y que entiendo que mi padre contribuyó a la estigmatización del pueblo de Colombia en el exterior con su accionar.
Sobre la incidencia del narcotráfico en la Argentina, Marroquín estima que "hay un cubrimiento exagerado de los medios en lo que resultan involucrados los ciudadanos colombianos y que entiendo que mi padre contribuyó a la estigmatización del pueblo de Colombia en el exterior con su accionar.
Pero de ninguna manera se puede utilizar a la sociedad colombiana para
responsabilizarnos de todo lo que ocurre aquí. Porque no sólo en Argentina, sino
en cualquier otra nación para que las empresas criminales tengan éxito se
requiere de conexión local.
Entonces creo que echarle la culpa a los extranjeros es una manera
inteligente de desviar la atención".
Por último, sobre el objetivo de su libro Sebastián Marroquín (que firma como Juan Pablo escobar, su verdadero nombre, que cambió por seguridad), admite:
Por último, sobre el objetivo de su libro Sebastián Marroquín (que firma como Juan Pablo escobar, su verdadero nombre, que cambió por seguridad), admite:
"Es evidente que después de casi 20 años de la muerte de mi padre, la
lección sigue sin aprenderse, y yo considero que tengo la responsabilidad moral
de estar presente para marcarle a los jóvenes que Pablo Escobar no es el camino
a la solución de los problemas.
Al contrario, es el camino a agravar los problemas personales y esto lo
digo siempre con un profundo respeto hacia mi papá, porque creo que él tuvo la
tarea de mostrarme lo que no se debe hacer.
Ni siquiera mi padre sabía que se iba a convertir en el Pablo Escobar que
llegó a ser".


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