Luciano Ramírez tenía muerte cerebral y su cuerpito dijo basta.
"No soy quien para juzgarlos, sólo Dios lo va a hacer.
Pero el daño que me hicieron es irreversible", afirmó.
El niño
de 12 años que se encontraba internado con muerte cerebral luego de que el
auto en el que viajaba fue chocado por un vehículo robado en el que un
delincuente escapaba de la Policía en la localidad bonaerense de
Ituzaingó, falleció esta tarde en el Hospital Italiano del barrio porteño
de Almagro.
Un tío de Luciano, llamado Javier, confirmó el fallecimiento a la prensa en la puerta de dicho centro asistencial de la Capital Federal, donde el chico estaba internado en estado "irreversible" desde anoche.
"Ya está con su abuelo. Lo único que quiero es que se haga justicia y que estos dos tipos paguen el daño que me causaron", expresó Oscar, el papá de Luciano tras dar la penosa noticia a la prensa.
Un tío de Luciano, llamado Javier, confirmó el fallecimiento a la prensa en la puerta de dicho centro asistencial de la Capital Federal, donde el chico estaba internado en estado "irreversible" desde anoche.
"Ya está con su abuelo. Lo único que quiero es que se haga justicia y que estos dos tipos paguen el daño que me causaron", expresó Oscar, el papá de Luciano tras dar la penosa noticia a la prensa.
Pero el daño que me hicieron es irreversible", afirmó.
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