Florencia Kirchner, la hija de la presidenta Cristina Fernández, fue dada de alta en la mañana del lunes, luego de haber pasado internada cerca de doce horas en la clínica Favaloro, del barrio porteño de Balvanera.
La hija de la jefa de Estado había ingresado después de las 20 del domingo al centro asistencial y fue alojada en el octavo piso bajo un estricto operativo de seguridad.
Antes de las 9 del día siguiente salió en compañía de su madre -quien la acompañó toda la noche-, sin que hayan trascendido especificaciones sobre su estado de salud y la razón de su internación.
Mientras estuvo internada, el personal médico y de maestranza de la Favaloro debió deshacerse de sus celulares para evitar filtraciones de la información.
El 1 de agosto pasado, Florencia Kirchner, de 24 años, había sido ingresada en el Sanatorio Otamendi a raíz de un "fuerte dolor abdominal", pero en aquel momento ni Presidencia ni fuentes del sanatorio precisaron un diagnóstico.
En esa oportunidad, ante la falta de información oficial, circularon diversos rumores respecto a la salud de la joven. Más tarde, fuentes del gobierno aclararon de manera extraoficial que la hija de los Kirchner había sido sometida a "un control ginecológico de rutina", al cabo del cual se retiró del nosocomio.
Al igual que esta vez, apenas estuvo en ese nosocomio unas 9 horas.
En abril pasado, el traslado de Florencia Kirchner al Sanatorio Mater Dei había generado una vez más todo tipo de versiones, aunque luego se informó que se había sometido a un "chequeo ginecológico de rutina".
En 2007, la hija de la mandataria había sido operada de las amígdalas en el hospital público Cosme Argerich, del barrio porteño de La Boca.
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