Familiares de las casi tres mil víctimas de los ataques terroristas al World
Trade Center y sobrevivientes harán un acto homenaje.
Primero fue una de las dos Torres Gemelas y, minutos más tarde, cuando todas las cámaras de televisión apuntaban en esa dirección, un segundo avión se estrellaba contra la segunda.
Ambas se derrumbaron como un castillo de naipes minutos más tarde.
Esa misma mañana, otro avión impactaba contra el Pentágono, en Washington, y un cuarto se estrellaba en Pensilvania, antes de alcanzar su objetivo.
Las cuatro naves habían sido tomadas por terroristas de Al Qaeda y dirigida contra los objetivos más sensibles del país más poderoso y -hasta entonces- invulnerable del mundo.
Las consecuencias fueron devastadoras, tanto para Estados Unidos como para el resto del mundo. En total 2.973 personas murieron, otras 24 desaparecieron y más de 6.000 sufrieron heridas de diversa consideración.
El atentado terrorista fue atribuido a Al Qaeda, una organización islámica liderada entonces por Osama Bin Laden.
La vulneración del territorio norteamericano (considerado por ellos mismos como el más seguro del mundo) desató una paranoia antiterrorista en gran parte del mundo, y la persecución y discriminación de personas de origen islámico.
Un mes más tarde, Estados Unidos respondió invadiendo Afganistán, en busca del líder terrorista Bin Laden. Dos años más tarde invadió Irak, ya que sostenían que allí habían ocultas armas de destrucción masiva.
En esas acciones se mataron por lo menos a 50 mil personas, aunque algunos organismos sostienen que los muertos son más de 1 millón.
El miércoles, un día antes de que se cumplieran los 13 años del atentado que cambió al mundo, el presidente norteamericano, Barack Obama, advirtió al mundo que lanzará una ofensiva contra Siria, ampliando los bombardeos que desde agosto desata sobre Irak.
"Perseguiremos a los terroristas que amenazan a nuestro país dondequiera que estén", aseguró el miércoles, en referencia a los yihadistas del Estado Islámico.
"Nuestro objetivo es claro. Degradaremos y, en última instancia, destruiremos al Estado Islámico a través de una estrategia antiterrorista integral y sostenida", destacó.
Primero fue una de las dos Torres Gemelas y, minutos más tarde, cuando todas las cámaras de televisión apuntaban en esa dirección, un segundo avión se estrellaba contra la segunda.
Ambas se derrumbaron como un castillo de naipes minutos más tarde.
Esa misma mañana, otro avión impactaba contra el Pentágono, en Washington, y un cuarto se estrellaba en Pensilvania, antes de alcanzar su objetivo.
Las cuatro naves habían sido tomadas por terroristas de Al Qaeda y dirigida contra los objetivos más sensibles del país más poderoso y -hasta entonces- invulnerable del mundo.
Las consecuencias fueron devastadoras, tanto para Estados Unidos como para el resto del mundo. En total 2.973 personas murieron, otras 24 desaparecieron y más de 6.000 sufrieron heridas de diversa consideración.
El atentado terrorista fue atribuido a Al Qaeda, una organización islámica liderada entonces por Osama Bin Laden.
La vulneración del territorio norteamericano (considerado por ellos mismos como el más seguro del mundo) desató una paranoia antiterrorista en gran parte del mundo, y la persecución y discriminación de personas de origen islámico.
Un mes más tarde, Estados Unidos respondió invadiendo Afganistán, en busca del líder terrorista Bin Laden. Dos años más tarde invadió Irak, ya que sostenían que allí habían ocultas armas de destrucción masiva.
En esas acciones se mataron por lo menos a 50 mil personas, aunque algunos organismos sostienen que los muertos son más de 1 millón.
El miércoles, un día antes de que se cumplieran los 13 años del atentado que cambió al mundo, el presidente norteamericano, Barack Obama, advirtió al mundo que lanzará una ofensiva contra Siria, ampliando los bombardeos que desde agosto desata sobre Irak.
"Perseguiremos a los terroristas que amenazan a nuestro país dondequiera que estén", aseguró el miércoles, en referencia a los yihadistas del Estado Islámico.
"Nuestro objetivo es claro. Degradaremos y, en última instancia, destruiremos al Estado Islámico a través de una estrategia antiterrorista integral y sostenida", destacó.



0 comentarios :
Publicar un comentario