Ezeiza, muerte de preso genera dudas en su familia:

Luis Gabriel García Camacho fue hallado sin vida en una celda de aislamiento del penal, que fue atribuido a un suicidio por las autoridades penitenciarias, pero que deja muchas dudas entre sus familiares.

Luis Gabriel García Camacho acababa de ser padre de una beba, cuando por un crimen ocurrido en su barrio, la Villa 20 de Lugano, meses atrás, una brigada de Homicidios de la Policía Federal se lo llevó detenido.

Allí comenzó su calvario, con la posibilidad luego concretada, de volver a la cárcel, de donde había salido un par de años antes, tras cumplir una condena en una causa por robo.

Una presunta confusión por el nombre de pila del asesino de un pibe que trabajaba en una panadería cercana a su domicilio lo llevó nuevamente al encierro y pese a clamar por su inocencia, el posterior procesamiento de prisión preventiva, lo recluyó en un pabellón del Complejo del Servicio Penitenciario Federal en Ezeiza.

Entre abogados "que no hicieron nada, solo sacarnos plata" y pruebas que resultaron insuficientes para la justicia, siguió acusado de una muerte de la que "no tenía nada que ver".

Al margen de su decepción, esperaba la sustanciación del juicio, que podría haberse desarrollado a fin de año, para insistir en que era inocente y pugnar en que agarren al "verdadero culpable", en relación a un muchacho de la Villa 20, que también se llama Luis y que contaría con cierta protección, por ser hijo de un policía.

No pudo ser, García Camacho, de 28 años, apareció muerto en una celda de aislamiento del penal de Ezeiza, que fue atribuido a un suicidio por las autoridades penitenciarias, pero que deja muchas dudas entre sus familiares.

Lucrecia y Efraín, los padres del joven fallecido no logran salir de la conmoción, sobre todo porque debieron esperar cuatro "eternos" días para que les entregaran el cuerpo de su hijo y así poder inhumarlo.

Su hermana Patricia y su esposa Romina Beatriz López sólo piensan en que "esto no quede así, ya que tenemos muchas sospechas sobre lo sucedido.

No tenía motivos para matarse y según nos cuentan sus compañeros del pabellón, más su hermano Oscar que está preso cumpliendo una condena, se enteraron de la muerte, después de una requisa, en la que a Luis se lo llevaron a los golpes".

"Desde enero que estaba en el Complejo I de Ezeiza por el capricho de la jueza Susana Castañera, que lo procesó por un homicidio que nunca estuvo comprobada su participación.

Algunos testigos dijeron que al chico que trabaja en la panadería lo había matado un tal Luis, que nosotros sabemos quien es y a ese no lo agarran porque es hijo de un policía, pero lo vinieron a buscar a mi hermano.

Después nadie lo identificó en la rueda de reconocimiento, ya que decían que el asesino era rubio y de piel blanco, cuando él era morocho y de pelo negro.

Y ni siquiera así lo soltaron, ya que nos endeudamos pagando abogados que no hicieron nada", denunció Patricia García, en diálogo con DIARIO POPULAR.

Según sus familiares, García Camacho "no tenía problemas con nadie en la cárcel, trabajaba como fajinero, limpiando el pabellón donde estaba alojado.

Lo visitabámos siempre y hablábamos de que no podía ser que siguiera preso, que ya iba a salir, que el verdadero culpable, ya iba a caer.

Por eso, no podemos entender que se haya suicidado, como nos dicen y no podemos culpar a nadie, pero estamos convencidos que pasó algo raro".