Santa Fé, como no había nadie en la comisaría, lo atendió un preso:

Un comerciante fue a realizar una denuncia de robo, pero la dependencia estaba cerrada. Desde adentro, el único detenido le gritó: "No hay nadie".

Un vecino de la localidad de Chabás, en Santa Fé, fue a la comisaría a realizar una denuncia, que no pudo concretar porque no había personal, sino que sólo se encontraba allí un preso que le dijo que estaba solo. A raíz de este hecho, la jefatura de policía provincial dispuso el relevo del titular de esa dependencia.

Se trata del tercer cambio de comisario en lo que va del año, lo que constituye un récord histórico para esta población del departamento Caseros, de casi 9 mil habitantes.

"Esto pone en evidencia que la seguridad no funciona en Chabás y, si algo faltaba para agravar aún más el panorama, es la desagradable experiencia que le tocó vivir al vecino que fue a denunciar un delito y se encontró con la comisaría cerrada y donde sólo había un preso", dijo al diario La Capital el jefe comunal, Osvaldo Salomón.

El caso, que recién trascendió este viernes, ocurrió el lunes a media mañana, luego de que Alfredo Gallego se apersonara a la dependencia policial para dar cuenta de que le habían robado en su lavadero de autos, ubicado a la salida del pueblo sobre la ruta 33, una hidrolavadora valuada en 40 mil pesos.

"Cuando llegué a la comisaría, había una mujer tocando timbre y, como nadie atendía, yo insistí para que abrieran, pero tampoco tuve suerte, porque la puerta estaba cerrada con llave. Por lo cual ingresé al edificio policial por una puerta lateral que da al garaje, aunque sin obtener respuesta, ya que no había ningún agente", comentó el damnificado.

Y continuó: "Ahí pegué un grito para ver si había alguien, y me respondieron: 'no hay nadie'. ¿Cómo, no hay nadie y alguien me contestó? ¿Un fantasma? Me contestó un preso. Estaba en su calabozo".

Aún mayor fue la sorpresa cuando regresó a su lavadero y se encontró con un policía. Al expresarle su "indignación por lo sucedido", el efectivo le respondió que "apenas somos tres agentes y, como no tenemos más personal, dejamos al preso solo".

Se trataba de un detenido proveniente de Casilda y que, luego de tomar estado público lo ocurrido, ya fue trasladado a su lugar de origen.

Las autoridades corroboraron que la comisaría estaba despoblada de uniformados para atender al público tanto en forma personal como telefónica, lo que se convirtió en un escándalo y culminó, reclamo municipal mediante, con la remoción de la cúpula de la policía local.