Ocurrió a metros de Libertad y Del
Carmen, cuando llevaban el dinero hacia el banco. Los delincuentes escaparon en
un auto que se hallaba estacionado frente al COM. El patrullero que los
persiguió se despistó antes de llegar a la ruta 205.
El asalto con ingredientes de película se produjo después del fin de semana Santa, pero se conoció recién hoy.
Todo sucedió en Libertad y Del Carmen, a pasos de la Municipalidad, el COM y
la Comisaría, en un sector monitoreado por cámaras y la Guardia Urbana.
Como si
fuera poco, un patrullero que llegó en el momento exacto del robo persiguió a
los delincuentes a lo largo de 14 cuadras, pero se cayó en una zanja justo antes
de que los malvivientes subieran a la ruta y fugaran en dirección a la Autopista
con un abultado botín de 300 mil pesos.
La secuencia se inició a las 9.40, cuando el encargado de Hendel Hogar, Leonardo Pozo, y el empleado Hugo Muro, salieron desde el local hacia el Banco Nación a depositar la recaudación acumulada desde el miércoles a la tarde debido a los feriados bancarios de Semana Santa.
La secuencia se inició a las 9.40, cuando el encargado de Hendel Hogar, Leonardo Pozo, y el empleado Hugo Muro, salieron desde el local hacia el Banco Nación a depositar la recaudación acumulada desde el miércoles a la tarde debido a los feriados bancarios de Semana Santa.
Habituados a realizar el mismo recorrido todos los días y a
cruzarse con los mismos rostros, saludaron a un grupo de empleados de la casa
Lombardi que se hallaban parados en la vereda y continuaron hacia la
esquina.
Cuando se aproximaban a la Optica Visión, un desconocido que se encontraba parado cerca de la esquina tomó a Muro del brazo, sacó una pistola 9mm que tenía escondida dentro de una carpeta y lo golpeó desde atrás, cerca de la nuca.
Pozo no se dio cuenta de la maniobra hasta que notó que su compañero se desplomaba a su lado gritando “Me pegaron un tiro”.
Cuando se aproximaban a la Optica Visión, un desconocido que se encontraba parado cerca de la esquina tomó a Muro del brazo, sacó una pistola 9mm que tenía escondida dentro de una carpeta y lo golpeó desde atrás, cerca de la nuca.
Pozo no se dio cuenta de la maniobra hasta que notó que su compañero se desplomaba a su lado gritando “Me pegaron un tiro”.
En simultáneo
otro sujeto que venía caminando unos metros más atrás saludó cordialmente a la
gente de Lombardi y apuró el paso hacia Pozo, apoyándole una pistola en el
pecho.
Con absoluta frialdad retrocedió dos pasos y permaneció apuntándole sin
quitarle la vista de encima mientras el primer agresor se agachaba sobre el
herido para arrebatarle el bolsín con el dinero.
La escena transcurrió frente a unos siete testigos, entre ellos una mujer que comenzó a gritar pidiendo auxilio.
La escena transcurrió frente a unos siete testigos, entre ellos una mujer que comenzó a gritar pidiendo auxilio.
Los delincuentes, que parecían profesionales, no se inmutaron.
En la huida le pegaron un empujón y la hicieron caer. Ambos tenían unos 55 años
y aspecto de policías, estaban bien vestidos y portaban pistolas de grueso
calibre.
En medio de un gran movimiento de autos y gente de a pie, los delincuentes corrieron hacia un VolksWagen gris que estaba estacionado sobre Del Carmen, frente a las ventanas del COM (la oficina donde se monitorean las cámaras de seguridad).
Justo en ese momento un patrullero que venía por Del Carmen paró ante el semáforo en rojo. “Esos me robaron”, les gritó Pozo, señalado en coche gris que arrancaba.
El policía al mando del móvil, acompañado por dos efectivos femeninos, inició una persecución, primero por Del Carmen y luego por Juárez, con la trompa pegada a la culata de los fugitivos.
En medio de un gran movimiento de autos y gente de a pie, los delincuentes corrieron hacia un VolksWagen gris que estaba estacionado sobre Del Carmen, frente a las ventanas del COM (la oficina donde se monitorean las cámaras de seguridad).
Justo en ese momento un patrullero que venía por Del Carmen paró ante el semáforo en rojo. “Esos me robaron”, les gritó Pozo, señalado en coche gris que arrancaba.
El policía al mando del móvil, acompañado por dos efectivos femeninos, inició una persecución, primero por Del Carmen y luego por Juárez, con la trompa pegada a la culata de los fugitivos.
Aproximadamente a la altura de los silos de Lamarca el policía perdió el control
y terminó con el patrullero en la zanja. El VolksWagen subió a la ruta 205 y se
fugó hacia la Autopista.
Volviendo al epicentro de los hechos, Pozo corrió hacia la comisaría para avisar del robo y luego hacia la Municipalidad.
Volviendo al epicentro de los hechos, Pozo corrió hacia la comisaría para avisar del robo y luego hacia la Municipalidad.
Al ingresar a la oficina del COM se cruzó con el secretario de Seguridad,
Osvaldo Díaz, quien salía disparado hacia su camioneta Ranger con intención de
sumarse a la persecución de los cacos.
Entre tanto los empleados de Lombardi llevaron a Muro hacia el interior del local para tratar de parar la abundante sangre que manaba del corte en el cuero cabelludo.
Entre tanto los empleados de Lombardi llevaron a Muro hacia el interior del local para tratar de parar la abundante sangre que manaba del corte en el cuero cabelludo.
Un ambulancia de
Aymed llegó a los pocos minutos para asistirlo.
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