Fuentes de la investigación identificaron a los tres policías como: el inspector "Gabriel Isassi", el oficial mayor "Fabián López" y el oficial "José Nievas".
El propio jefe de la Policía de la Ciudad, "Gabriel Oscar Berard", confirmó que los mismos ya fueron separados de sus cargos, pasados a disponibilidad y "se les inició un sumario administrativo debido a que existió una mala actuación".
Los familiares de los adolescentes que circulaban en el auto junto a Lucas González, el futbolista que finalmente murió, aseguraron en declaraciones a la prensa que "los policías se hallaban a bordo de un automóvil Nissan Tiida, color champagne, sin identificación y que los jóvenes se asustaron porque creyeron que podían ser víctimas de un robo".
Por su parte, el Ministro de Justicia y Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, "Marcelo D'Alessandro", aseguró en una conferencia de prensa que "los efectivos que forman parte de las brigadas de investigaciones muchas veces actúan por orden de los juzgados o por los fiscales en causas específicas".
Además, aclaró que "esos policías no están uniformados, que actúan vestidos de civil y que muchas veces hacen tareas de prevención".
"Eso no quiere decir que no tengan que identificarse, con los chalecos correspondientes con las credenciales y por supuesto dándose a conocer como funcionarios públicos", agregó D'Alessandro.
Sin embargo, los familiares de las víctimas del hecho aseguraron que "los policías en ningún momento se identificaron" y rechazaron las versiones que "aseguraban que los adolescentes estaban armados y que habían protagonizado un tiroteo".
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