Durante el curso, los instructores aportan elementos didácticos para que el estudiante pueda discernir entre una emergencia y una urgencia, entendiendo a la urgencia como la necesidad de auxilio o ayuda médica, en la configuración de un escenario que no amenaza la vida o salud de la persona.
A diferencia, una emergencia médica es la necesidad de auxilio o ayuda médica en un escenario en el cual se ve amenazada la vida o salud inmediata, sobreviniendo la muerte de no ser asistida.
Son ejemplos la dificultad respiratoria, marcada inhabilidad para realizar tareas básicas, pérdida de conocimiento, hemorragia, caídas mayores a tres veces la altura de la persona, dolor de pecho, reacciones alérgicas, entre otras.
El Primer Respondiente no es un proveedor habitual de servicios de salud, es por ello que para capacitarlo se utilizan técnicas básicas entre las cuales podemos mencionar: valoración y manejo inicial de las lesiones potencialmente mortales en pacientes con cuadros médicos y traumatológicos, control inicial de la vía respiratoria, RCP (Reanimación Cardio-Pulmonar), control de hemorragias y estabilización de lesiones de columna y de las extremidades.
Al concluir la capacitación los estudiantes serán capaces de evaluar y manejar la escena para poder acceder y trabajar con el paciente; emplear protocolos asistenciales; detectar y tratar las lesiones que comprometan la vida de la víctima o la viabilidad de sus miembros; describir las indicaciones de los movimientos de desplazamiento y levantamiento; evaluación y manejo de la vía aérea y ventilación; Saber evaluar y efectuar RCP, etc.
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